Como especialistas en reformas en Marbella sabemos que son muchos los propietarios que, en un momento u otro, tienen que asumir unas reformas estructurales en casa. Este, por su puesto, es un desafío importante que aúna muchas posibilidades, y también se trata de un proceso que afectará, de una forma u otra, a la estabilidad del conjunto de la construcción. No obstante, a menudo se convierte en una inversión que ayuda a mejorar el espacio y a incrementar el valor del inmueble. Por eso, a continuación, veremos qué son las reformas estructurales y qué tipos existen.
¿Qué es una reforma estructural en una casa?
A la hora de realizar una reforma en nuestro hogar, nos vamos a encontrar ante muchas opciones y modalidades. Hay reformas que solo requieren una intervención superficial, mientras que otras requerirán más trabajo e incluso afectarán a las estructuras de hormigón. No obstante, cuando hablamos de reformas estructurales en construcciones existentes, nos estamos refiriendo a un tipo de proyecto complejo formado por procesos relacionados con la construcción, cuyo objetivo no será otro que el de modificar una estructura determinada. Así, este tipo de trabajo va a afectar a la estabilidad del inmueble y los métodos empleados difieren de los que se necesitan en una intervención de otro tipo. De hecho, las condiciones de habitabilidad del edificio están en juego, por lo que se trata de un trabajo muy exigente.
Como es lógico, estas reformas requieren de personal muy especializado. Por eso, antes de considerar siquiera la posibilidad de llevar a cabo un trabajo de esta envergadura en casa, todo el mundo debería asegurarse de que el equipo que se va a encargar de la tarea cuenta con la experiencia necesaria y que es capaz de cumplir con la normativa.
Tipos de reformas estructurales en una vivienda
Por supuesto, existen diferentes tipos de reformas estructurales que se pueden llevar a cabo en edificios y viviendas. Algunas de las más habituales son las siguientes:
- Redistribución de espacios: En ocasiones, mover o eliminar una pared para modificar la distribución interna del hogar no supondrá riesgo alguno. No obstante, cualquier cambio que afecte a muros de carga, vigas o columnas supondrá un mayor riesgo a nivel estructural.
- Reparar cimientos: Esto puede deberse a diversos motivos, como un terremoto, inestabilidad en el terreno o un error de cálculo de carga durante la construcción. Reforzar la cimentación puede consistir en trabajos de recalce por inyección, en ampliaciones o en la sustitución de las zapatas, entre otros.
- Reforzar estructuras de hormigón: Tanto si hay problemas en conexiones entre vigas y columnas, como si no cumplen con la normativa vigente, es posible sustituir este tipo de elementos. También se pueden añadir más o reforzar armazones de cemento.
Como podemos comprobar, existen muchos motivos para realizar reformas estructurales en casa. Tanto si se trata de redistribuir el espacio para hacerlo más eficiente, como si el objetivo es reparar elementos estructurales que se han estropeado o que ya no cumplen con la normativa, este tipo de intervención será necesaria. Eso sí, contar con el equipo adecuado será el mejor modo de lograr un buen resultado y de garantizar la seguridad en nuestro hogar.
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